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Cuando brote la realidad tu fantasía ensoñadora quedará destrozada

"Recordadlo: sólo cuando la mente fantasiosa detiene sus actividades queda la verdad. ¿Por qué? Porque la mente fantasiosa no hace más que proyectar y distorsionar lo que es. Si miras una cosa con deseo, nunca ves la cosa tal cual es. Tu deseo te toma el pelo.

Pasa una mujer, una mujer hermosa, o pasa un hombre, un hombre guapo.... Y de repente aparece el deseo: de poseerla, de poseerle. Luego no puedes ver la realidad. Luego tu mismo deseo crea un sueño alrededor del objeto. Empiezas a verlo de la manera que quieres verlo, empiezas a proyectar. El otro se convierte en una pantalla en la que proyectas tus más profundos deseos. Empiezas a colorear al objeto, y ya no puedes ver lo que es. Empiezas a ver visiones, a pasar a la fantasía.

Y claro, esa fantasía está destinada a ser destrozada; cuando brote la realidad tu fantasía ensoñadora quedará destrozada. Pasa en muchas ocasiones. Te enamoras de una mujer... y un día esa ensoñación desaparece; la mujer no parece tan hermosa como solía. No puedes imaginar de qué manera fuiste engañado. Empiezas a encontrarle defectos. Empiezas a buscar racionalizaciones, como si ella te hubiese engañado, embaucado; como si hubiese pretendido ser hermosa cuando no lo era. Nadie te ha engañado. Nadie puede engañarte excepto tu propio deseo y tu mente fantasiosa. Creaste una ilusión, nunca viste la realidad de la mujer. Pero tarde o temprano, la realidad ganará.

Por eso las aventuras amorosas están siempre al borde de la crisis. Y los amantes se asustan al ver la realidad poco a poco, e intentan evitarla...

Los maridos dejan de ver las cosas que solían ver en sus esposas. Las esposas dejan de ver en sus maridos lo que antes solían ver. ¿Qué es lo que ocurre? La realidad es la misma; sólo que contra la realidad, los sueños nunca pueden ganar. Tarde o temprano el sueño estalla...”

Osho, Dijo el Buda...