Ir al contenido principal

Tienes un amante...podrías ser feliz ahora mismo. Pero pones la condición de que tu amado ha de prometerte que te amará por siempre y para siempre

"Si no aceptas lo que hay, serás infeliz. Dices que quieres ser feliz, pero sigues rechazándolo todo. ¿Cómo vas a ser feliz? Simplemente acepta las cosas y entonces fíjate en dónde surge la infelicidad. Puedes esperar durante vidas, pero la infelicidad no aparecerá porque habrás cortado sus mismas raíces.

Pero quieres felicidad de acuerdo a tus condiciones y premisas. En realidad no te interesa la felicidad; si no, ¿por qué pones condiciones y premisas? Podrías decir:“Estoy dispuesto a ser feliz, tanto como lo pueda ser, porque quiero ser feliz”, pero en cambio dices: “No. Se han de cumplir mis condiciones”. Y pones unas condiciones imposibles, inalcanzables.

Tienes un amante, alguien a quien amas... podrías ser feliz ahora mismo. Pero pones la condición de que tu amado ha de prometerte que te amará por siempre y para siempre. ¿A qué viene esto? ¿Cómo va alguien a prometértelo? Nadie conoce el futuro. Tu amante no es Dios; ¿cómo va a prometértelo? Ni siquiera los dioses podrían prometértelo porque una promesa implica fijar el futuro. Y el futuro no es fijo. Se transforma de infinitas maneras. De modo que esa persona se ve obligada a prometer algo que es imposible; dice: "Te lo prometo"... pero tú sabes que es mentira. Te está engañando. Lo sabes porque también eres un ser humano y eres consciente de que no se puede asegurar el futuro.

Estás exigiendo algo imposible y al exigirlo estás destruyendo la felicidad. Si te lo promete, sabes que es una falsa promesa. ¿Cómo va a poder prometértelo? Primero lo exiges; si no te lo promete, te sientes desgraciada. Si te lo promete, entonces eres infeliz porque ese hombre te está mintiendo. Continuamente estarás tratando de demostrar que te ha engañado, que su promesa era falsa.

Cuanto más y más os observo, más real se vuelve el hecho de que nadie parece tener interés por ser feliz. Estás dispuesto a perder tu felicidad por cualquier tontería; la sacrificas por cualquier idea basura.

Pero no necesitas sacrificar nada por la felicidad.
¡Son unas matemáticas muy sencillas! ”.

Osho, Tao Los tres tesoros, Vol. II