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Puedes ser feliz o infeliz -es cosa tuya-. La responsabilidad no es de nadie más

"Si te sientes desgraciado, es por ti mismo y no porque un Dios o un demonio lo hayan impuesto. Si te sientes desgraciado, es porque te manejas frente a la energía de manera equivocada. Si fluyes con la energía, te sentirás dichoso y feliz. Si te mueves en contra de la energía, la responsabilidad es tuya. Recuerda, si no hay Dios, entonces la responsabilidad por todo lo que suceda es tuya. Y si la responsabilidad es tuya, entonces tienes la posibilidad de transformarte. Si le dejas la responsabilidad a Dios, ¿entonces cómo podrás transformarte? Dios parece ser un truco de la mente para asignarle la responsabilidad a un tercero, porque eso hace siempre la mente. No importa lo que suceda, siempre le atribuyes la responsabilidad a alguien más. Si te sientes enojado, es porque alguien te ofendió y te hizo enfurecer. Si te sientes triste, es porque alguien te obliga a sentirte infeliz. Si te sientes frustrado, es porque alguien se atraviesa en tu camino. Siempre hay un tercero responsable. Esa es la actitud de la mente: atribuirle la responsabilidad a otro para deshacerse de ella. Pero esa es la razón de tu infelicidad.

La responsabilidad es tuya y si la asumes, podrás hacer algo al respecto; pero si se la atribuyes a alguien más, no podrás hacer nada. Si tu tristeza la causan otros, seguirás siendo triste, porque no habrá nada que hacer. Vives rodeado de millones de personas y si los demás son fuente de frustración, entonces no podrás hacer nada para remediarlo. Tu destino será la frustración, porque no puedes hacer nada por cambiar a los demás. Pero cuando asumes la responsabilidad, el poder pasa a ser tuyo inmediatamente. Entonces, puedes hacer algo. Puedes cambiar, modificar tus actitudes, ver el mundo a través de otras actitudes y reconocer que si te sientes desgraciado, es porque de alguna manera no encajas dentro del sistema total de la energía. A eso se reduce el pecado: a no encajar, no saber cómo moverse dentro de este sistema total de energía. Y el sistema de energía es neutral. Si te dejas llevar por él, serás feliz. Si no te dejas llevar, serás desgraciado. Ese es el logos, el rit, el tao.

Por ejemplo, si sientes sed y no bebes agua, te sentirás desgraciado, porque dentro de este sistema de energía el agua calma la sed. Si sientes frío, te acercas al fuego porque en este sistema de energía el fuego es la fuente de calor. Pero si te apartas del fuego cuando sientes frío, te sentirás desgraciado.

Si al estar atenazado por la sed y el calor te acercas al fuego, ¡será como estar en el infierno!...

El infierno es caliente, pero tú aportas tu propio carbón.

Las cosas son así: si te opones al fluir de la naturaleza, serás desgraciado. La desgracia es ir contra la naturaleza, y la desgracia es un buen indicador para quien sabe comprender. Indica que vas por el camino equivocado de alguna manera. ¡Endereza las cosas! La desgracia, la angustia, la ansiedad, la tensión ayudan, porque son indicios de que algo anda mal en alguna parte. No estás con la totalidad y en algún punto has iniciado tu propio movimiento particular...

Recuerda siempre: la energía es neutral, de tal manera que la calidad de tu ser depende totalmente de ti. Puedes ser feliz o infeliz -es cosa tuya-. La responsabilidad no es de nadie más.

Come si sientes hambre. Bebe si sientes sed. Duerme si sientes sueño. No te impongas a la fuerza sobre la naturaleza; podrás salirte con la tuya durante un tiempo gracias a la gran libertad que hay. Si lo deseas, podrás ayunar durante unos días, pero cada día estarás más y más débil y cada día te sentirás más infeliz. Si lo deseas, podrás dejar de respirar durante unos segundos, pero solamente unos segundos, porque esa libertad no es muy grande. No tardarás en sentir que te asfixias y mueres por la falta de respiración".

Osho, La armonía oculta. Conversaciones sobre Heráclito