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La meditación no es para los que sufren

"Cuando estás sufriendo puedes irte al infierno: vete a una discoteca, a un restaurante, juega a lo que quieras, juega a los novios. Estas son las cosas que debes hacer cuando estás sufriendo. Pero cuando estás contento y te sientes bien, en armonía y rodeado de bienestar, no lo malgastes en tonterías. Es justo el trampolín para dar un salto a las dimensiones más elevadas de la conciencia, de la dicha, la paz y el éxtasis...

Durante mi infancia, entre mi padre y yo existía un conflicto permanente. Los días en que no había colegio, yo me sentía muy bien. Él me decía: "Eres un tipo extraño. Quieres ir al colegio cuando estás enfermo, febril y resfriado. ¡Tu cabeza funciona al revés!".

"Da igual que funcione al revés o no -respondía yo-. Cuando me encuentro bien quiero ir al río", donde me encantaba nadar varios kilómetros o remar. Las noches de luna llena el río parecía de plata. Y dije a mi padre: "No voy a perder el tiempo en el colegio. Cuando tengo fiebre y no puedo ir al río, voy al colegio. El colegio es para mí una especie de hospital".

"Haz lo que quieras -me dijo-. En cierto modo tienes razón, porque no puedes disfrutar del río y nadar cuando estás enfermo".

"Me has entendido -le dije-. Tanto si estoy enfermo como si no, la historia y la geografía no me interesan. Cuando estoy enfermo, me da igual; puedo perder el tiempo en el colegio con la educación. Pero el resto de mi vida quiero disfrutarlo en la naturaleza, con las estrellas, tocando la flauta, cantando o yendo al bosque a bailar entre los árboles. Quiero que quede claro"...

Cuando te sientes feliz es el momento de armonizarte con la existencia. Es el momento de amar a los árboles, la luna, el cielo. Es el momento de profundizar en tu interior sin dificultades, sin obstáculos. La meditación no es para los que sufren...

Aprovecha los momentos felices para descubrir la verdad, para descubrirte a ti mismo, y será muy fácil. La gente lo hace en el momento equivocado, en la estación equivocada, va contracorriente. Mi enfoque es ir a favor de la corriente, sin hacer esfuerzos, flotando, sin tener que nadar. No es necesario...

Sé alegre. La vida es tan divertida...la mires por donde la mires. Sólo hay que hacerlo con alegría, y no tendrás ni un momento de sufrimiento o dolor. Esta bella vida te ofrece todas las oportunidades de convertirte en un gran meditador. Pero tienes que aprender a ver la parte alegre de la vida. Está llena de posibilidades, de risa, y si tú también puedes reírte, nadie puede impedirte meditar. Tu capacidad de meditar surge espontáneamente; sigue a tu felicidad como si fuese su sombra.

¿Qué es la cualidad meditativa?

Sólo es el silencio, un silencio que baila".

Osho, Cierra los ojos y lánzate. Escucha el sonido de tu verdad
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