"Hay dos tipos de patologías: una son los masoquistas, que disfrutan siendo torturados, y otra son los sádicos, que disfrutan torturando a los demás. Se dice que el único matrimonio perfecto que existe es el de un sádico con un masoquista. Sin duda será perfecto. El marido agrede a la mujer y ella disfruta. Y él disfruta porque está agrediéndola, o viceversa.
Yo tenía un profesor cuya lección empezaba con una descripción de cómo su mujer había sido mala con él, cómo le había maltratado por la mañana. Una mañana le escuché contar eso y a la mañana siguiente también, y el tercer día tuve que levantarme y decir: "Esto es demasiado. Tengo indicios para afirmar que usted es masoquista".
"Qué quiere decir", me preguntó.
"Lo que quiero decir es que usted disfruta cuando lo torturan -dije-. De otro modo, ¿qué sentido tiene? Usted da clases de economía, ¿qué tiene eso que ver con su mujer? Y antes de levantarme me he informado bien. También he conocido a su mujer, porque no cuestiono nada sin informarme antes".
Su mujer era un peligro. Cómo pudo elegirla... ¡Y eso que era un matrimonio por amor! Ella era más corpulenta que el profesor, más fuerte, más fea; le sacaba ventaja en todos los aspectos. Indagué entre los vecinos y me dijeron: "Forman una pareja extraña. La mujer le pega".
"Eso no es nada nuevo, el profesor mismo empieza su lección contándolo -dije-.
Se pasa la mitad de la clase contando cómo su mujer le maltrata. No lo oculta. Y cuando lo describe... se le ilumina la cara. Los dos necesitan que los ingresen en un hospital psiquiátrico".
Pero los vecinos dijeron: "Di lo que quieras, pero son felices".
"Es verdad -dije-. Es el matrimonio perfecto. La mujer es feliz pegando al hombre, y lo tortura de todas las formas posibles. No les importa que esté la puerta abierta y que la vean los vecinos sentada a horcajadas encima del marido". Nunca he vuelto a encontrarme con una pareja tan perfecta. Y era un matrimonio por amor. No creo que las cosas fueran distintas antes de casarse. De hecho, la relación de tortura es lo que los ha unido".
Osho, Cierra los ojos y lánzate. Escucha el sonido de tu verdad
http://osho-maestro.blogspot.com
Yo tenía un profesor cuya lección empezaba con una descripción de cómo su mujer había sido mala con él, cómo le había maltratado por la mañana. Una mañana le escuché contar eso y a la mañana siguiente también, y el tercer día tuve que levantarme y decir: "Esto es demasiado. Tengo indicios para afirmar que usted es masoquista".
"Qué quiere decir", me preguntó.
"Lo que quiero decir es que usted disfruta cuando lo torturan -dije-. De otro modo, ¿qué sentido tiene? Usted da clases de economía, ¿qué tiene eso que ver con su mujer? Y antes de levantarme me he informado bien. También he conocido a su mujer, porque no cuestiono nada sin informarme antes".
Su mujer era un peligro. Cómo pudo elegirla... ¡Y eso que era un matrimonio por amor! Ella era más corpulenta que el profesor, más fuerte, más fea; le sacaba ventaja en todos los aspectos. Indagué entre los vecinos y me dijeron: "Forman una pareja extraña. La mujer le pega".
"Eso no es nada nuevo, el profesor mismo empieza su lección contándolo -dije-.
Se pasa la mitad de la clase contando cómo su mujer le maltrata. No lo oculta. Y cuando lo describe... se le ilumina la cara. Los dos necesitan que los ingresen en un hospital psiquiátrico".
Pero los vecinos dijeron: "Di lo que quieras, pero son felices".
"Es verdad -dije-. Es el matrimonio perfecto. La mujer es feliz pegando al hombre, y lo tortura de todas las formas posibles. No les importa que esté la puerta abierta y que la vean los vecinos sentada a horcajadas encima del marido". Nunca he vuelto a encontrarme con una pareja tan perfecta. Y era un matrimonio por amor. No creo que las cosas fueran distintas antes de casarse. De hecho, la relación de tortura es lo que los ha unido".
Osho, Cierra los ojos y lánzate. Escucha el sonido de tu verdad
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