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El amor hace que seas más un individuo. No borra tu individualidad. Te da tu individualidad, te da tu unicidad. El amor es muy respetuoso.

     "Cuando dos personas se enamoran, ambas se rinden al amor, ninguna se rinde a la otra. Si el otro pone esfuerzo para que te rindas a él, evítalo: esto no es amor. El amor nunca exige rendición. La rendición, la entrega, sucede de manera natural en el amor. No se exige.
     Si el hombre exige rendición por tu parte, no te ama. No te enredes en semejante aventura tan poco amorosa. Te odia; de lo contrario, ¿por qué iba a exigirte que te rindas? Quiere poseerte, quiere reducirte a una cosa. Quiere usarte, aprovecharse de ti. Te considera sólo un cuerpo, un mecanismo. No te respeta como persona, como una presencia. Esto es humillante, esto no es amor. Evítalo.
     Pero la rendición, la entrega, sucede cuando hay amor. Y nadie la exige, y nadie se rinde al otro: ni el hombre a la mujer ni la mujer al hombre. Ambos se rinden al dios del amor. Ambos se entregan a esta nueva apertura de su ser. Y cuando ambos se rinden al amor, hay belleza y hay libertad. No quedas reducido a un esclavo. De hecho, sólo en el amor alcanzas dignidad, sólo en el amor alcanzas tu grandeza, sólo en el amor emites tu esplendor. Ésta es la indicación del amor verdadero: que te vuelves más de lo que eras antes, no menos, y eres más libre que nunca.
     El amor da libertad. Ése es el sabor mismo del amor. Si falta eso, si va en contra de la libertad, entonces evítalo como evitarías la peste. No entres en eso: es otra cosa que se hace pasar por amor. Pero cuando hay amor verás que la entrega ya ha sucedido; es simultánea.  En el momento en que sientes amor por alguien, la rendición ya ha sucedido. Eso es el amor: no una rendición al otro --permíteme repetirlo--,  sino una rendición a una fuerza desconocida que ha tomado posesión de vosotros dos. Pero eso es totalmente diferente de ti y totalmente diferente del otro. Ambos os habéis doblegado ante una energía desconocida. Os volvéis pilares separados el uno del otro, pero sustentando el mismo techo: sustentáis algo que está más allá de ambos, por encima de ambos, que os trasciende; pero permanecéis separados.
     El amor hace que seas más un individuo. No borra tu individualidad. Te da tu individualidad, te da tu unicidad. El amor es muy respetuoso".

Osho, El secreto de los secretos. Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada
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