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Los problemas de la vida sólo pueden ser resueltos cuando te arraigas profundamente en la existencia...¡Ojo con pensar!

          "Una vez, un doctor --historiador y eminente erudito muy conocido-- estaba hospedándose en un pueblo. El administrador de correos, el viejo administrador del pueblo, sintió curiosidad por este anciano, este doctor. Tenía curiosidad por saber qué tipo de doctor era, así que un día le preguntó: "¿Qué tipo de doctor es usted, señor?"
          El hombre dijo: "Doctor en filosofía". El anciano nunca había oído eso. Estaba extrañado, y dijo: "Nunca he tenido noticias de ningún caso de esa enfermedad por aquí".
          No te rías, porque el viejo administrador de correos tenía razón en cierto modo: la filosofía es una especie de enfermedad...
          La filosofía no es una enfermedad específica, de modo que no puedes pensar en ella en función de los casos. Nace con el ser humano. Es tan vieja como la humanidad o la mente humana. Y todo ser humano es una víctima, más o menos, porque pensar no conduce a ninguna parte; o te lleva en círculos, en círculos viciosos. Te mueves mucho, y si eres experto puedes moverte rápidamente, pero no llegas a ninguna parte.
          Esto hay que comprenderlo muy profundamente, porque si no puedes comprender y sentir esto, no puedes dar el salto a la meditación. La meditación significa el enfoque contrario: contrario a la filosofía. La filosofía significa pensar y la meditación significa un estado de no-pensamiento. Son polos opuestos...
          La ciencia llega a ciertas respuestas, porque la ciencia no depende del pensamiento, sino de la experimentación. El pensamiento sólo se usa como una ayuda, pero la base es la experimentación. Por eso la ciencia ha aportado algunas respuestas. Los filósofos...han estado trabajando y trabajando durante siglos, pero no se ha logrado ni una sola respuesta, ni una sola conclusión...
          Pero la religión también llega a ciertas respuestas, porque la religión también es experimentación. La ciencia experimenta con el objeto, la religión experimenta con el sujeto... Entre ellas dos está la filosofía: sólo puro pensamiento, pensamiento abstracto, sin ningún experimento...
          Recuerda esto: puedes seguir pensando en Dios, en el alma, en el otro mundo, y puede que aparentes que sabes algo acerca de Dios simplemente pensando en él. Eso será falso. No puedes saber nada acerca de Dios: la palabra "acerca" es absurda...
          ¿Cómo vas a saber algo acerca de Dios? O, por ejemplo, ¿cómo vas a saber algo acerca del amor? Puedes conocer el amor; no puedes saber acerca del amor, porque "acerca" significa que alguna otra persona sabe y tú crees en su conocimiento. Recoges y acopias opiniones...
          Estoy hablando de muchos métodos. Hay un peligro: puede que empieces a pensar acerca de estos métodos, puede que te vuelvas erudito. Eso no servirá, eso no sirve para nada. No sólo no sirve para nada, sino que además es peligroso: porque la meditación es experiencia, saber "acerca" no tiene ningún valor.
          Recuerda esta palabra: "experiencia". Los problemas de la vida, todos los problemas de la vida, son existenciales, no son especulativos. No puedes resolverlos pensando; sólo puedes resolverlos viviéndolos. Viviendo se abre el futuro. Pensando nunca se abre el futuro. Por el contrario, incluso el presente se cierra.
          Puede que no lo hayas observado: cuando piensas, ¿qué sucede? Cuando piensas, estás cerrado. Todo lo que está presente cesa. Entras en un camino de ensoñación en tu mente. Una palabra crea otra, un pensamiento crea otro, y sigues adentrándote. Cuanto más te adentras en el pensamiento, más te alejas de la existencia. Pensar es una forma de alejarse. Es un camino de ensoñación; es soñar con conceptos. Vuelve a la Tierra. La religión es muy terrenal en este sentido; no mundana, sino muy terrenal, substancial. Vuelve a la existencia.
          Los problemas de la vida sólo pueden ser resueltos cuando te arraigas profundamente en la existencia. Volando con los pensamientos te alejas de las raíces, y cuanto más lejos estás, menor es la posibilidad de resolver nada. Más bien lo embrollarás todo, y todo quedará más enmarañado. Y cuanto más enmarañado esté, más pensarás, y más te alejarás. ¡Ojo con pensar!".

Osho, El Libro de los Secretos
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