"...no debe haber nunca ninguna ambición, ni ninguna comparación.
Nunca compares a un niño con otro diciendo: "Mira, ¡el otro ha hecho una
pintura mejor! ..." Eso es feo, violento, destructivo. Estás destruyendo a
ambos niños. Al que le dices que ha hecho una pintura mejor comienza a tener la
idea del ego, la superioridad, y aquel que ha sido censurado se empieza a
sentir inferior. Y estas son enfermedades --superioridad e inferioridad--, ¡por
eso nunca compares!
Os resultará complicado a ti y a otros profesores porque la
comparación está muy metida en nosotros. Nunca compares. Cada niño tiene que
ser respetado por sí mismo. Cada niño tiene que ser respetado como alguien
único".
OSHO, El libro del niño. Una visión revolucionaria de la educación infantil
http://osho-maestro.blogspot.com/