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Tus hijos no han nacido para hacer lo que a ti te gusta. Tienen que vivir su vida, y tendrías que alegrarte de que estén viviendo su vida, sea la que sea.

          "Tus hijos no han nacido  para hacer lo que a ti te gusta. Tienen que vivir su vida, y tendrías que alegrarte de que estén viviendo su vida, sea la que sea.
          Siempre que sigues tu potencial, siempre te conviertes en el mejor. Siempre que te alejas de tu potencial, sigues siendo un mediocre.
          Toda la sociedad está formada por gente mediocre por la sencilla razón de que nadie es lo que estaba destinado a ser; es otra cosa. Y haga lo que haga, no puede ser el mejor, y no puede sentir una plenitud; no puede disfrutar.
          Por eso el trabajo de los padres es muy delicado y es precioso, porque toda la vida del niño depende de ello. No le des ningún programa positivo; ayúdale de todas las maneras que él quiera...
          La misión de un  padre o de una madre es grande, porque están trayendo un nuevo invitado al mundo, que no sabe nada, pero que trae con él un potencial. Y a menos que ese potencial crezca, será infeliz.
          A ningún padre le gusta pensar que sus hijos son infelices; quieren que sean felices. Lo único que ocurre es que su forma de pensar está equivocada. Se creen que si se convierten en médicos, en profesores, en ingenieros o en científicos, entonces serán felices. ¡No saben!  Ellos sólo serán felices si se convierten en lo que han venido a convertirse. Sólo pueden convertirse en el potencial de la semilla que llevan en su interior".

OSHO, El libro del niño. Una visión revolucionaria de la educación infantil
http://osho-maestro.blogspot.com/