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Pongo el acento en que se acreciente tu alegría, tu risa, porque este mundo no es para los infelices.

          "Quisiera que no fueras un filósofo sino un bailarín, un cantante, un flautista,  porque ellos están muy cerca de mi mundo de meditación.
          Pongo el acento en que se acreciente tu alegría, tu risa, porque este mundo no es para los infelices. Este mundo no es para las personas que se han acostumbrado a la ansiedad y la angustia. Este mundo le pertenece a los que viven cada momento en éxtasis absoluto.
          La alegría,  y no la seriedad, el sentido del humor son para mí las cualidades fundamentales de un ser religioso.
          Salomón Rabinowitz fue a ver al médico para una revisión general. El doctor le dijo:
          - Para ser un hombre de ochenta y siete años, estás muy bien. ¿Para qué quieres una revisión general?
          Salomón le explicó que iba a casarse con una chica de veinte. Como el médico no pudo disuadirlo, le dio un último consejo:
          - Si quieres tener un matrimonio con descendencia lleva a alguien más.
          Cuando volvieron a encontrarse ocho meses después,  el anciano dijo:
          - Felicíteme, doctor.  Mi esposa está embarazada.
          El doctor hizo una pausa y dijo:
          - ¡Ah, sí!  Entonces ¿seguiste mi consejo y te llevaste a alguien más?
          - ¡Claro que sí!  -le dijo Salomón con una risa desdentada.  Y ella también está embarazada.
          Conserva la alegría. La existencia no ama nada más que la alegría".

OSHO, Creencia, duda y fanatismo. ¿Es esencial tener algo en que creer?
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