La consciencia te hace individuo: un pino solitario bailando con el viento, la cima de una montaña iluminada por el sol en toda su gloria y su belleza, un león en su tremendo y hermoso rugido cuyo eco resuena durante kilómetros por los valles.
"Toda multitud es heterogénea, pero los individuos no
son heterogéneos. Cada individuo es una consciencia auténtica. En el momento en
que forma parte de una multitud, pierde su consciencia. Entonces pasa a ser
dominado por la mente colectiva y mecánica. Yo estoy haciendo algo muy
sencillo, sacar a los individuos de las muchedumbres heterogéneas y darles su
individualidad y su dignidad.
No quiero multitud alguna en el mundo. No importa si se han
reunido en el nombre de la religión, en el nombre de la nacionalidad o en el
nombre de la raza. Una multitud en sí misma es fea, y la multitud ha cometido
los mayores crímenes en el mundo porque no tiene consciencia. Es una inconsciencia
colectiva.
La consciencia te hace individuo: un pino solitario bailando
con el viento, la cima de una montaña iluminada por el sol en toda su gloria y
su belleza, un león en su tremendo y hermoso rugido cuyo eco resuena durante
kilómetros por los valles. La multitud siempre es de borregos; todos los
esfuerzos del pasado han consistido en convertir a todos los individuos en un
radio de la rueda, en la parte muerta de una multitud muerta. Cuanto más
inconsciente es y cuanto más dominado por el colectivo resulta su
comportamiento, menos peligroso es.
De hecho, se vuelve casi inofensivo. No puede acabar
siquiera con su propia esclavitud. Por el contrario, comienza a glorificar su
propia esclavitud: su religión, su nación, su raza, su color. Éstas son sus
esclavitudes, pero él empieza a glorificarlas. Como individuo no pertenece a
ningún grupo. Cada niño es un individuo cuando nace, pero raramente una persona
muere siendo un individuo.
Mi trabajo consiste en ayudarte a que vayas al encuentro de
tu muerte con la misma inocencia, con la misma integridad, con la misma
individualidad con la que te encontraste en el momento de tu nacimiento. Entre
tu nacimiento y tu muerte, tu vida debería ser una danza, una consciencia
solitaria en busca de las estrellas: en soledad, sin concesiones, un espíritu
rebelde. A menos que cultives un espíritu rebelde, no tendrás en absoluto un
espíritu. No existe otro tipo de espíritu".
Osho, El Rebelde