Cuando uno está completamente desilusionado del mundo y todos sus éxitos, sólo entonces uno se vuelve espiritual.
Pregunta:
Todo lo que había conseguido parece perdido en una niebla,
disuelto junto con mis fallos. Me siento como el humo, pero a través del humo
surge una enorme tristeza como una roca aguda cubierta por un terciopelo. No puedo
percibir su final, ¿o es que no tiene final?
Respuesta de Osho:
“Muchos tendrían que sentir celos de ti. El saber que todo
ha fallado es el comienzo de un nuevo viaje.
El saber que "Todo lo que he conseguido se ha perdido" es el
comienzo de una nueva búsqueda de algo que no se puede perder.
Cuando uno está completamente desilusionado del mundo y
todos sus éxitos, sólo entonces uno se vuelve espiritual.
Quizás no estés todavía consciente de ello, pero hay algo
que se está agitando, una nueva alegría está surgiendo tras la cortina de la
tristeza: la alegría de una nueva búsqueda, de una nueva aventura, de una nueva
vida, de una nueva forma de ser.
"No puedo percibir su final, ¿o es que no tiene final?"
Hay un principio de la mente y hay un final de la mente, hay
un principio del ego y hay un final del ego, pero no hay un principio para ti y
un final para ti. Y no hay un principio para el misterio de la existencia y no
hay final para ti.
Es un proceso continuo. Más y más misterios te están
esperando, de ahí la emoción y el éxtasis.
Siéntete extático al saber que la vida no tiene fin, que
cuando has alcanzado una cima, de repente otra cima te está retando, una más
alta, más difícil de escalar, más peligrosa de alcanzar. Y cuando has llegado a
esa otra cima, habrá otra; una tras otra. Son los eternos Himalayas de la vida.
Sólo piensa en un punto al que en algún momento llegaste, y
del cual ya no queda nada. Estarías entonces completamente aburrido; ¡el
aburrimiento sería entonces tu único destino! Y la vida no es aburrimiento, es
una danza. La vida no es aburrimiento, es júbilo, exhuberancia.
Muchas, muchas cosas van a ocurrir, y muchas, muchas cosas
siempre quedarán por ocurrir. El misterio nunca termina, no puede terminar. Por
eso se le llama misterio, ni siquiera puede ser conocido. Nunca se convertirá
en conocimiento, por eso se le llama misterio, algo en él es eternamente
escurridizo. Y en esto radica toda la alegría de la vida. El gran esplendor de
la vida es que te mantiene eternamente ocupado, buscando, explorando. La vida es
exploración, la vida es aventura.
El éxtasis es nuestra propia naturaleza; no estar extático
es sencillamente innecesario. Estar extático es natural, espontáneo. Estar
extático no requiere ningún esfuerzo, se necesita de un gran esfuerzo para
sentirse desdichado.
Por eso te ves tan cansado, porque el sufrimiento es en
verdad un trabajo pesado; mantenerlo es realmente difícil; porque estás
haciendo algo en contra de la naturaleza. Estás yendo contra corriente; esto es
el sufrimiento.
¿Y qué es la dicha? Ir con la corriente tanto así que toda
separación entre tú y el río simplemente se pierde. Tú eres el río. ¿Cómo puede
ser difícil? Para dejarte llevar por la corriente no necesitas nadar;
simplemente flotas en la superficie del río y la corriente te lleva hacia el
océano. La corriente te empuja de forma natural hacia el océano.
La vida es un río. No la fuerces y jamás te sentirás
desdichado”.
Osho, The Book of Wisdom