“El perfeccionismo es una idea neurótica. La infalibilidad
es buena para papas polacos estúpidos, pero no para personas inteligentes. Una
persona inteligente entiende que la vida es una aventura, una exploración
constante de ensayo y error. ¡Ese es su mismísimo gozo, su mismísimo deleite!
No quiero que seas perfecto. Quiero que seas tan
perfectamente imperfecto como sea posible. ¡Regocíjate con tus imperfecciones!
¡Regocíjate con tu mismísima 'ordinariedad'. Cuídate de los que se llaman
"Su Santidad". Todos ellos son "Su Fatuidad". Si te gustan
las palabras ostentosas como "Su Santidad", entonces búscate un
título como "Su Mismísima Ordinariedad" o SMO, ¡no SS! Yo predico la
ordinariedad. No pido que se me reconozca milagro alguno. Soy un hombre simple.
Y me gustaría que tú fueras tan simple que te pudieras liberar de esas dos
polaridades: la de la culpa y la de la hipocresía. Exactamente en el medio está
lo saludable”.
Osho, The Goose is Out