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La existencia está hecha de una sustancia llamada "felicidad".

"Cuando eres feliz eres ordinario, porque ser feliz es ser natural. Ser infeliz es volverse extraordinario. No hay nada especial en ser feliz: los árboles son felices, las aves son felices, los animales son felices, los niños son felices. ¿Qué tiene de especial? Es lo común de la naturaleza. La existencia está hecha de una sustancia llamada "felicidad".  ¡Sólo fíjate!  ¿Alcanzas a ver los árboles? ¡Qué felices!  ¿Alcanzas a oír el canto de los pájaros?  ¡Con qué alegría cantan!   La felicidad no tiene nada de especial. La felicidad es algo de lo más ordinario.

Ser dichoso es ser absolutamente ordinario. El yo, el ego, no lo permite. Por eso la gente habla tanto de sus desgracias. Se vuelven especiales al hablar de sus desgracias. La gente habla de su enfermedad, de su dolor de cabeza, de estómago, su esto y aquello. En un sentido o en otro, todas las personas son hipocondríacas. Y si alguien no cree en tu desgracia, te sientes herido...

La desgracia te hace especial. La desgracia te hace más egoísta....

En la felicidad no eres. Cuando te enamoras no eres. Si el amor ha puesto su morada en tu corazón, así sea por breves instantes, no eres. Cuando vez un hermoso amanecer, o una noche de luna llena, o un lago tranquilo o una flor de loto, de pronto no eres. Cuando hay belleza, no eres. Cuando hay amor, no eres....

Únicamente eres cuando hay desgracias. Eres sólo cuando hay una mentira. Eres sólo cuando algo anda mal. Eres sólo cuando el zapato no te queda bien".


Osho, La odisea de ser humano