“Si tú eres feliz, eres feliz; nadie te pregunta por qué
eres feliz. Sí, si tú eres desdichado, la pregunta es pertinente. Si tú eres
desdichado, alguien te puede preguntar por qué eres desdichado, y la pregunta
es adecuada, porque la infelicidad está en contra de la naturaleza, está
sucediendo algo equivocado. Cuando eres feliz, nadie te pregunta por qué eres
feliz, excepto algún neurótico. Este tipo de gente existe; no puedo negar la
posibilidad.
He oído acerca de un paciente; el psiquiatra estaba aburrido
de él. Por supuesto, estaba ganando dinero, pero se estaba aburriendo más y
más; tres, cuatro, cinco años de psicoanálisis y este hombre volvía a repetir
lo mismo una y otra vez. El psiquiatra dijo: ´Haga una cosa: vaya a las
montañas por unos días. Eso le ayudará mucho’.
Así que el paciente partió para las montañas, y ¿sabes lo
que te digo? Al día siguiente llegó un telegrama para el psiquiatra. El
paciente decía en el telegrama: ´Me siento muy feliz, ¿por qué?´.
Me siento muy feliz, ¿por qué? Se necesita una explicación.
No, la felicidad no necesita explicación, la felicidad es ella misma su propia
explicación. Dios está creando porque ese es el único modo por el cual él puede
ser feliz, es la única manera en la que él ama, es la única manera en la que él
canta, es el único modo en el que él puede existir en absoluto. La creación es
su naturaleza más íntima, no se necesita un por qué".
Osho, The
Path of Love