Una mente religiosa es una mente no filosófica...El espejo está limpio, no ha juntado polvo; y se limpia de forma continua, a diario. Eso es lo que llamo meditación.
“Las ideas crean estupidez, porque cuantas más ideas hay,
más cargada está la mente. Y ¿cómo puede saber una mente cargada? Cuantas más
ideas tiene, más se parece a un espejo que se ha ido cubriendo de polvo. ¿Cómo
va a reflejar así un espejo? Su inteligencia está tapada por las opiniones -el polvo- y quien tiene opiniones formadas es estúpido y
opaco. Por eso, los profesores de filosofía casi siempre son estúpidos. Saben
demasiado como para realmente saber. Están demasiado cargados. Son incapaces de
volar en el cielo, son incapaces de tener alas. Y están a tal punto en la mente
que son incapaces de tener raíces en la tierra. No están arraigados a la tierra
ni tienen la libertad de volar por el cielo.
Y recordad. Todos vosotros sois iguales. Puede haber
diferencias en la cantidad, pero en cuanto a calidad todas las mentes son
iguales, porque la mente piensa, discute, recoge y reúne conocimientos y pierde
agudeza. Sólo los niños son inteligentes. Y si puedes conservar tu infancia, si
recuperas continuamente la infancia, permanecerás inocente e inteligente. Si
acumulas polvo, la infancia se pierde, la inocencia se va; la mente se vuelve
opaca y estúpida. Entonces, puedes tener tus filosofías. Cuantas más filosofías
tengas, más lejos estarás de lo divino.
Una mente religiosa es una mente no filosófica. Una mente
religiosa es una mente inocente, inteligente. El espejo está limpio, no ha
juntado polvo; y se limpia de forma continua, a diario. Eso es lo que llamo
meditación”.
Osho, Un pájaro al
viento. La sabiduría del zen