"Entre más vayas a la meditación mediante el sexo,
menos efecto tendrá el sexo. La meditación crecerá a partir de él, y debido a
la meditación creciente, se abrirá una nueva puerta y el sexo se irá
marchitando. No será una sublimación. Será algo así como hojas secas que caen
de un árbol. El árbol nunca se entera siquiera de que las hojas están cayendo.
De la misma manera, nunca sabrás siquiera que el impulso mecánico por el sexo
se está yendo.
Crea meditación a partir del sexo; haz del sexo un objeto de
meditación. Trátalo como un templo y lo trascenderás y serás transformado.
Entonces el sexo no estará ahí, pero no habrá ninguna represión, ninguna
sublimación. El sexo simplemente se volverá irrelevante, insignificante. Tú has
crecido más allá de él. Ahora ya no tiene sentido para ti.
Simplemente es como un niño que crece. Ahora los juguetes no
tienen sentido. Él no ha sublimado nada; él no ha reprimido nada. Simplemente
ha crecido; ha entrado en la madurez. Ahora los juguetes no tienen sentido. Son
infantiles, y ahora el niño ya no es un niño.
De la misma forma, cuanto más medites, menos tendrá el sexo
una atracción para ti.Y, poco a poco, espontáneamente, sin un esfuerzo
consciente para sublimar el sexo, la energía tendrá una nueva fuente de la cual
fluir. La misma energía que ha fluido a través del sexo ahora fluirá a través
de la meditación. Y cuando fluye a través de la meditación, la divina puerta se
está abriendo".
Osho, The Psychology of the Esoteric