“La vida no tiene sentido. No te asombres. Toda la idea de
propósito está equivocada; proviene de la codicia.
La vida es pura alegría, juego, diversión, risa, sin ningún
propósito. La vida tiene su propio fin, no tiene otro fin. Cuando lo entiendas,
habrás entendido cuál es todo el propósito de la meditación. Consiste en vivir
tu vida alegremente, jugando, totalmente
y sin ningún propósito final, sin ningún propósito a la vista, ningún propósito
en absoluto. Es algo así como cuando los niños pequeños juegan en la playa,
recogiendo conchas y piedras de colores; ¿con qué propósito?
No hay ningún
propósito”.
Osho, Zen: Zest Zip Zap and Zing