“La valentía es sólo parte del miedo. No importa qué tan
valiente seas, el miedo está oculto detrás. Yo hablo de ser 'intrépido'. No
serás valiente; no hay necesidad de ser valiente cuando no hay miedo. Tanto la
valentía como el miedo se vuelven irrelevantes. Son caras de la misma moneda.
Así pues, tus héroes no son otra cosa más que tú mismo, parado de cabeza. Tu
valentía está escondida dentro de ti y tu miedo está en la superficie; su miedo
está oculto dentro y su valentía se encuentra en la superficie. Así que cuando
estás solo eres muy valiente. Cuando piensas en algo eres muy valiente, pero
cuando una situación real aparece sientes miedo.
Uno se vuelve intrépido sólo cuando ha pasado a través del
miedo más profundo; en eso consiste la disolución del ego, la disolución de la
imagen y la disolución de la personalidad.
Esto es la muerte, pues no sabes si de ahí va a surgir una
nueva vida. Durante el proceso conocerás sólo muerte. Sólo cuando mueres a lo
que eres, a tu falsa entidad, sólo entonces sabrás que la muerte era sólo una
puerta a la inmortalidad. Pero esto ocurrirá al final; durante el proceso tú
estás simplemente muriendo.
Todo lo que tanto valorabas te está siendo arrebatado tu
personalidad, tus ideas, todo lo que pensabas que era bello. Todo te está
abandonando. Es como si te desnudasen. Todos los papeles que representabas y
tus disfraces te están siendo arrebatados. En el proceso el miedo estará
presente, pero este miedo es básico, necesario e inevitable: uno tiene que
atravesarlo. Deberías entenderlo, pero no trates de evitarlo, no trates de
escapar de él porque al escapar regresarás a él. Volverás de nuevo a tu
personalidad.
Aquellos que se sumergen en un profundo silencio y soledad,
siempre me preguntan: '¿Qué hacer cuando el miedo aparezca?'. Les respondo que
no hagan nada más que vivirlo.
Si te pones a temblar, déjalo estar. ¿Por qué evitarlo? Si
un miedo interior está apareciendo y te hace temblar, tiembla con él. No hagas
nada. Permite que ocurra. Desaparecerá por sí mismo. Si lo evitas... y tú
puedes evitarlo. Puedes empezar a cantar Ram, Ram, Ram; puedes ponerte a
recitar un mantra para que tu mente esté entretenida. Te tranquilizarás y el
miedo desaparecerá; lo habrás enviado al inconsciente. Estaba saliendo lo cual
era bueno, te ibas a librar de él, te estaba abandonando, y cuando te abandone,
temblarás.
Eso es natural porque de cada célula del cuerpo y de la
mente, alguna energía que siempre ha estado ahí retenida se está desprendiendo.
Se producirá una sacudida, un temblor; será como un terremoto. Toda tu alma se
sentirá perturbada. Pero permite que suceda. No hagas nada. Ese es mi consejo.
Ni siquiera cantes. No intentes hacer nada con ello porque todo lo que hagas
será nuevamente una represión. Simplemente permitiéndolo, dejándolo estar, te
abandonará y cuando se haya ido, serás por completo un hombre diferente”.
Osho, The Book of Secrets