“Estar demasiado preocupado por ti mismo es la mayor
enfermedad posible. Tú no puedes ser feliz, no puedes disfrutar. ¿Cómo puedes
disfrutar? ¡Tantos problemas dentro! ¡Problemas y problemas y problemas y nada
más!; y no parece haber solución. ¿Qué hacer? Te vuelves loco. Todo mundo,
interiormente, está loco.
Tú también necesitas estar enojado de vez en cuando; así es
como se produce la ira: la ira es una locura temporal. Si tú no permites un
escape de vez en cuando, acumularás tanto que estallarás, te volverás loco.
Pero si estás continuamente preocupado por esto ya estás loco.
Esta ha sido mi observación, que la gente que medita, reza,
pide y busca la verdad está más propensa a la neurosis que otras personas. Y la
razón es: están demasiado preocupados por sí mismos, son demasiado
egocéntricos, sólo pensando de continuo en esto y aquello, este bloqueo, aquel
bloqueo, esta cólera, esa tristeza, dolor de cabeza, dolor de espalda,
estómago, piernas que se están moviendo continuamente por dentro. Nunca se
encuentran bien, no pueden estarlo, porque el cuerpo es un fenómeno extenso y
muchas cosas suceden.
Si nada está sucediendo entonces también se preocupan: ¿por
qué nada está sucediendo? E inmediatamente tienen que crear algo porque eso se
ha convertido en su asunto, su ocupación constante; de lo contrario se sienten
perdidos. ¿Qué hacer? ¡Nada está sucediendo! ¿Cómo es posible que nada me esté
sucediendo? Sienten su ego solamente cuando algo está sucediendo: quizá es
depresión, tristeza, cólera, una enfermedad, pero si algo está sucediendo ellos
están bien, pueden sentirse ellos mismos.
¿Has visto a los niños? Se pellizcan para sentir que están
ahí. El niño sigue estando en ti; te gustaría pellizcarte para ver si estás o
no estás. Dicen que un hombre valiente muere una sola vez y los cobardes mueren
millones de veces, porque ellos siguen pellizcándose y sintiendo si ya están
muertos o no.
Tus enfermedades te ayudan a mantener tu ego.
Tú sientes que algo está sucediendo; por supuesto no es
dicha, no es éxtasis, sino tristeza y
nadie está tan triste como yo, y nadie está tan bloqueado como yo, y nadie
tiene una jaqueca como la que tengo yo. En esto te sientes superior, todos los
demás son inferiores.
Si estás demasiado preocupado por ti, recuerda, no llegarás.
Este preocuparte de más te cercará, y el camino está justo ante tus ojos.
Tienes que abrir los ojos, no cerrarlos”.
Osho, And
the Flowers Showered